Al entrar en Comisaría me siento vulnerable, no sé muy bien que hacer o decir, estoy nerviosa, no por contarles lo que me ha sucedido, sino por encontrarme en esa situación que yo no he buscado.

Me lanzo mil preguntas, ¿por qué me ha sucedido esto a mí? ¿Cuál es la razón por la que ORANGE tiene mis datos si jamás he sido cliente de ellos? ¿Qué está sucediendo?

De pronto me llaman, entro y un policía me pide que le relate lo sucedido. Comienzo a explicarle todo, comienzo a detallarle lo que en ese momento no sabía que se iba a convertir en mi largo peregrinaje de denuncias a todos los organismos.

La policía que me atiende me dice que es normal que me sienta así, “que soy una víctima”, esa palabra comienza a resonar en mi cabeza, ¿víctima?, alguien se ha permitido entrar en mi vida sin avisarme, hacerse pasar por mí, y me ha robado dinero de mi cuenta. No, no pueden estar hablando de mí, aunque con el paso de las horas y las día terminaré reconociendo en sus palabras mi realidad.

Han suplantado mi personalidad, y la agente me informa de que una vez puesta la denuncia si sucediese algo con esas líneas telefónicas, podría mostrarla.

¿Si llega a explotar un tren, que sucede? ¿Quién le explicaría a la policía que soy una ciudadana que por tener no tiene ni una sola multa de tráfico?, ¿quién les hace ver que creo en la ley y la justicia de nuestro país? No, gracias que no ha sucedido nada, ya que en caso de ser así, me habría visto inmersa en un grave problema creado por ORANGE, por no exigir la documentación necesaria para dar unos altas telefónicas. En ese momento todavía no sabía si era un robo por internet o que había sucedido, pero el discurrir de los días me acabaría dando la respuesta y pondría aún más todavía en la picota a una empresa que a día de hoy sigue atentando contra mis derechos y mis sentidos.

ORANGE me ha convertido en víctima de su negocio, me ha convertido en su cliente sin serlo, ha permitido la suplantación de mi personalidad, ha robado dinero de mi cuenta bancaría; no me vale que nadie me pueda explicar que existe otro delincuente caminando libre, ya que si ellos hubiesen hecho bien su trabajo, no me encontraría como me encuentro, siendo una víctima de una gran empresa de telecomunicaciones prepotente y que a día de hoy todavía no ha sido capaz de pedirme disculpas, pero eso es parte de esta historia, a la que llegaremos cuando os consiga explicar todos los pasos que he dado, todas las denuncias que he interpuesto, todo el submundo al que me han abocado con su actitud pasiva ante los problemas.

La vida sigue como seguirá mi narración, pero debo retomar mi vida, sin interferencias de ORANGE.

Es viernes día 29 de Octubre de 2.010, por fin llega el fin de semana. Me siento bien, el fin de semana asoma como algo maravilloso frente a mí, se anuncia el descanso después de una larga semana, demasiado larga... Decido acceder desde mi puesto de trabajo a mi banco para comprobar mis cuentas. De buenas a primeras descubro un cargo de la empresa FRANCE TELECOM ESPAÑA (ORANGE). ´¿Cómo puede ser?. Yo no soy cliente de ellos, ni jamás lo he sido (estoy muy contenta con mi empresa de telefonía móvil, la que es de color rojo). Llamo a mi banco, me dicen que este cargo efectivamente va dirigido a mi persona, a mi cuenta, con mi número de DNI. ¿Cómo puede haberse cometido este error?. Decido llamar a esta empresa de telecomunicaciones para saber la razón por la que tienen mis datos.

Una señorita me informa de que soy cliente de ellos, de que tengo dos líneas telefónicas móviles contratadas con ellos, me dice incluso las dos numeraciones (691 027 854  // 691 028 220). Mis pulsaciones se aceleran, comienza a recorrerme un sudor frío, ¿qué está sucediendo?. La respuesta está en mi cabeza, tengo que acudir a la policía, tengo que decirles que me están robando, tengo que impedir que lo que quiera que esté sucediendo, siga hacía adelante. SI ALGUIEN COMETE UN DELITO con esas líneas, la policía vendrá a buscarme. Todos recordáis lo que sucedió en Atocha, y todos sabéis que es obligatorio identificarse hasta con las líneas pre-pago, entonces ¿cómo puede ser que esta empresa tenga mis datos sin mi autorización?. ¿Qué están haciendo?.

Cierro mi ordenador, me despido nerviosa hasta el lunes y a toda velocidad me dirijo hacía la Comisaría más cercana. Tengo que hacerles partícipes del atraco del que acabo de ser víctima. ORANGE ME HA ROBADO DINERO DE MI CUENTA y lo que es peor, me están diciendo QUE TIENEN MIS DATOS PERSONALES, están suplantando mi personalidad, y eso es un DELITO que tienen que pagar.

Continuará...

Hoy lanzo mi primer blog. Sigue atento e intentaré mantenerte informado. Puedes leer nuevos mensajes de este blog a través del feed RSS.